sábado, 25 de junio de 2011

web weqs

El WebQuest es una herramienta que forma parte de una metodología para el trabajo didáctico que consiste en una investigación guiada, con recursos principalmente procedentes de Internet, que promueve la utilización de habilidades cognitivas superiores, el trabajo cooperativo y la autonomía de los alumnos e incluye una evaluación auténtica. El antecedente de estas actividades lo constituye el uso de retos (challenging learning) en el desarrollo de ambientes de aprendizaje basados en tecnologías de la información que aplican desde 1980
Los WebQuest son utilizadas como recurso didáctico por los profesores, puesto que permiten el desarrollo de habilidades de manejo de información y el desarrollo de competencias relacionadas con la sociedad de la información.
Un WebQuest se construye alrededor de una tarea atractiva que provoca procesos de pensamiento superior. Se trata de hacer algo con la información. El pensamiento puede ser creativo o crítico e implicar la solución de problemas, enunciación de juicios, análisis o síntesis. La tarea debe consistir en algo más que en contestar a simples preguntas o reproducir lo que hay en la pantalla. Idealmente, se debe corresponder con algo que en la vida normal hacen los adultos fuera de la escuela. (Starr, 2000b:2)
Para desarrollar un WebQuest es necesario crear un sitio web que puede ser construido con un editor HTML, un servicio de blog o incluso con un procesador de textos que pueda guardar archivos como una página web.
No hay que confundir una webquest con "caza del tesoro". Una "caza del tesoro" tiene también utilización como recurso educativo pero es más sencilla. En ella se plantean una serie de preguntas sobre un tema que se pueden contestar visitando unos enlaces de otras páginas relacionadas con el tema. Muchas veces se hace una pregunta principal al final para comprobar los conocimientos adquiridos sobre el tema.
Corta duración
  • Objetivo: La meta educacional de un WebQuest a corto plazo es la adquisición e integración del conocimiento de un determinado contenido de una o varias materias.
  • Duración: se diseña para ser terminado de uno a tres períodos de clase.
  • Larga duración
  • Objetivo: Extensión y procesamiento del conocimiento (deducción, inducción, clasificación, abstracción, etc)
  • Duración: Entre una semana y un mes de clase

sábado, 18 de junio de 2011

División ramas campo de la antropología y su relación con otras ciencias

División ramas campo de la antropología y su relación con otras ciencias
La ciencia antropológica se divide en: antropología física (forma física del hombre) y antropología cultural (comportamiento aprendido).
La antropología comprende la arqueología prehistórica y como una subdivisión de la antropología cultural, la lingüística comparada.
La antropología física es en esencia biología humana. Los antropofísicos estudian problemas tales como la naturaleza de las diferencias raciales con trasmisión de rasgos somáticos de una generación a la siguiente, el crecimiento, desarrollo y decrepitud del organismo humano; las influencias del ambiente natural sobre el hombre.
Los antropólogos culturales estudian los procedimientos ideados por el hombre para enfrentarse a su medio natural y su ambiente social; y como se aprende, conserva y transmite un cuerpo de costumbres.
Se interesa por comprender cómo un a cierta manera de conseguir un fin determinado puede variar ampliamente de un pueblo a otro y, sin embargo, servir a cada uno para lograr su adaptación frente a la vida. Tratan de especificar cómo las formas establecidas de tradición cambian al correr del tiempo.
El arqueólogo prehistoriador investiga y analiza aquellos aspectos del estudio del hombre que arrojan una luz sobre el desarrollo primitivo dela especie humana.
El antropólogo lingüístico trata de las muchas variedades de ese atributo únicamente humano: la palabra. Establece los sistemas fonéticos, los vocabularios y las estructuras gramaticales de lenguas que no conocen la escritura; tratan de descubrir las unidades que se hallan en la base de la gran variedad de modos de hablar que estudia, y de entender cuan diferentemente los hombres pueden expresar las mismas ideas y emociones. El antropólogo lingüista considera el lenguaje como un aspecto de cultura y plantea sus problemas de modo que contribuyan a la comprensión de la naturaleza y funcionamiento de la tradición humana.
La antropología, centrando su atención en el hombre, toma en cuenta todo los aspectos de existencia humana, biológica y cultural, pasada y presente combinando estos materiales diversos en un abordamiento íntegro del problema de la experiencia humana.
La antropología toma en cuenta todas sus divisiones, representa una de las disciplinas más especializadas y, al mismo tiempo, una de las más amplias. La antropología física constituye, a su vez, su aspecto más especializado; la antropología cultural el más amplio.
El antropólogo como biólogo de lo humano, se interesa solamente en el homo sapiens. Solo se ocupa de una simple forma entre la infinita variedad de seres que reclaman la atención del biólogo general, la restricción al campo del hombre hace de la biología humana una especialidad relativamente estrecha.
El antropólogo cultural en general pueblos que se hallan fuera de la corriente de la historia cultural europea. Al mirar una cultura en su conjunto, estudia la tecnología, y la vida económica, las instituciones sociales y políticas, la religión, el folklore y el arte formando un sistema funcional que adapta al pueblo a su medio.
El lingüista tiene como campo propio todas las lenguas, aunque en las practica se concentra en las no escritas, estudiándolas tanto como fenómeno cultural como puramente lingüístico.
El prehistoriador, que, al excavar un yacimiento arqueológico se encuentra con vestigios del tipo físico y de los logros culturales del pueblo que allí vivió, para ponderar esos hallazgos no solo debe enfrentarse también con los problemas especiales del geólogo y del paleontólogo.
La definición de la antropología como “ el estudio del hombre y sus obras se justifica, por tanto, porque la antropología centra su atención en el hombre tanto si es el foco de su interés es amplio como si es estrecho.
La mayor parte de las disciplinas caen dentro de una de las tres o cuatro categorías principales en que se divide todo conocimiento: ciencias exactas y naturales, humanidades y ciencias sociales. No así la antropología, por que la ciencia del hombre desafía toda delimitación incluso en términos de tan amplias divisiones como aquellas. No es extraño, por que el hombre es, obviamente, una criatura de muchas facetas.
La antropología como biología especializada, acude constantemente a las ciencias exactas y naturales, de las cuales, realmente ha surgido. En relación con las humanidades y las ciencias sociales, al contario, la antropología es esencialmente el agente sintetizador. Es verdad tanto en lo que se refiere a métodos como a objetivos.
Introducción a la Antropología.
Marvin Harris. Alianza editores.
La antropología es el estudio de la humanidad, de los pueblos antiguos y modernos y de sus estilos de vida.
La antropología suele estar representada por cuatro campos de estudio: antropología cultural ( antropología social), arqueología, lingüística antropológica y antropología física (Freíd, 1972) .
La antropología cultural se ocupa de la descripción y análisis de las culturas, del pasado y el presente. La etnografía, subdisciplina suya, se consagra a la descripción sistemática de las culturas contemporáneas.
Los arqueólogos desentierran los restos de las culturas del pasado, haciendo posible estudiar a pueblos que no tenían historia escrita.
La lingüística antropológica es el estudio de la gran diversidad de lenguas habladas por los seres humanos. Los lingüistas antropológicos tratan de reconstruir la historia de estas lenguas y de familias lingüísticas enteras. Se interesan por la forma en que el lenguaje influye y es influido por otros aspectos de la vida humana, por la relación entre la evolución del lenguaje y la evolución del homo sapiens, así como por la relación entre la evolución de las lenguas y la evolución de las diferentes culturas.
La antropología física fundamenta los demás campos de la antropología en nuestro origen animal y la naturaleza biológicamente determinada. Los antropólogos físicos tratan de reconstruir el curso de la evolución humana mediante el estudio de los restos fósiles de especies antiguas. Asimismo, intentan describir la distribución de las variaciones hereditarias entre las poblaciones contemporáneas, y deslindar y medir las aportaciones relativas a la herencia, la cultura y el medio ambiente a la vida humana.
La contribución de los cuatro campos de la antropología se denomina antropología general.
Lo que diferencia a la antropología de las otras es su carácter global y comparativo. Otras ramas del saber abordan únicamente un segmento concreto de la experiencia humana o una época o fase concreta de nuestro desarrollo cultural y lógico. Los hallazgos de la antropología en cambio, no se basan jamás en el estudio de una sola población, raza, tribu, clase, nación, tiempo o lugar. Los antropólogos insisten, ante todo, en que se contrasten las conclusiones extraídas del estudio de un grupo humano o de una determinada civilización con datos provenientes de otros grupos o civilizaciones.
La antropología se opone al punto de vista de los que creen ser los únicos representantes del género humano, estar en el pináculo del progreso o haber sido elegidos por Dios o la Historia para moldear el mundo a su imagen y semejanza.
La estrategia antropológica reúne en si los elementos necesarios para analizar el significado de los factores raciales en la evolución de las culturas y en la conducción de la vida contemporánea.
  La antropología como ciencia.
Es el estudio compartido de la humanidad y las sociedades en la realización de sus actividades, la cultura, religión, nacionalidad y su organización sus objetivos son descubrir, analizar y explicar tanto las similitudes como la diferencia entre los grupos humanos ya se en el pasado, presente y en cualquier lugar del mundo.
Desarrollo sustentable: es el progreso que se palpa y observa en una determinada región o comunidad.
  Concepto de antropología.
La antropología va mucho más allá del mero estudio de los pueblos preindustriales. Es una disciplina científica de carácter comparativo que analiza todas las sociedades antiguas, modernas, simples y complejas.
La antropología no obstante, ofrece una perspectiva transcultural única, comparando constantemente las costumbres de una sociedad con las de otras.
La antropología es una ciencia holistica en grado único. Estudia la totalidad de la condición humana; pasado, presente y futuro; biología, sociedad, lenguaje y cultura.
  Antropología arqueológica.
La antropología arqueológica (más sencillamente <<arqueología>>) reconstruye, describe e interpreta el comportamiento humano y los patrones culturales a través de los restos materiales. A los arqueólogos se les conoce más por estudiar la prehistoria (el periodo anterior a la invención de la escritura, hace algo menos de 6.000 años). Sin embargo, también estudian las culturas históricas e incluso las vivas.
  Antropología aplicada.
La antropología aplicada incluye cualquier uso del conocimiento y las técnicas de los cuatros subdisciplinas para identificar, evaluar y resolver problemas prácticos. Debido a la amplitud de la antropología, tiene muchas aplicaciones. Por ejemplo, el campo, cada vez más extenso, de la antropología médica tiene en cuenta el contexto sociocultural y las implicaciones de las enfermedades y las dolencias.
Los antropólogos médicos son tanto biológicos como culturales, y a la vez teóricos y aplicados.
Otros antropólogos aplicados trabajan para agencias de desarrollo, evaluando las características sociales y culturales que influyen en el desarrollo y el cambio económico.
  Antropología biológica y física.
La antropología biológica es la diversidad biológica humana en el tiempo y en el espacio. Gran parte de esta variación la produce una combinación de características genéticas y medioambientales. El estudio de la variación reúne cinco intereses especiales dentro de la antropología biológica:
o    La evaluación de los hominidos tal como lo revelan los restos fósiles (paleontología).
o    La genética humana.
o    El crecimiento y desarrollo humano.
o    La plasticidad biológica humana (la capacidad del cuerpo de hacer frente a tensiones como el calor, frío y la actitud)
o    La biología, la evaluación, el comportamiento y la vida social de los monos, simios y otros primates no humanos.
Estos intereses conectan la antropología biológica con otros campos: la biología, la zoología, la geología, la fisiología, la medicina y la salud pública. La antropología biológica (junto con la zoología) incluye también la primatologia.
  Antropología lingüística.
No sabemos (y probablemente nunca lo sabremos cuando comenzaron a hablar los hominidos. Sin embargo, las lenguas gramaticalmente complejas y bien desarrolladas has existido desde hace miles de años. La antropología lingüística ofrece una ilustración adicional sobre el interés de la antropología por la comparación, la variación y el cambio.
Los antropólogos lingüísticos estudian el lenguaje en su contexto social y cultural, en el espacio y a través del tiempo.
Algunos hacen inferencias sobre características universales del lenguaje, vinculándolas a uniformidades en el cerebro humano. Otros reconstruyen lenguas antiguas mediante la comparación de sus descendientes contemporáneos y, al hacerlo, descubren nuevas facetas de su historia. Incluso otros estudian las diferencias lingüísticas para descubrir percepciones y patrones de pensamiento diversos en una multitud de culturas.
  Antropología social y cultural.
La antropología cultural y la sociología comparten su interés en las relaciones, la organización y el comportamiento sociales. Sin embargo, surgen importantes diferencias entre estas disciplinas a partir de los tipos de sociedades que cada una de ellas ha estudiado de sociedades que cada una de ellas ha estudiado tradicionalmente. Inicialmente los sociólogos centraron su enfoque en el occidente industrial; los antropólogos en las sociedades no industriales.
  Ramas de la antropología.
·         Etnográfia.
Los trabajos de campo que describen es la producción de alimentos, la organización social, la religión, la vestimenta, la cultura material, el lenguaje y demás aspectos de las diversas culturas.
·         Etnología.
El análisis comparativo de estas descripciones geográficas de las etnias, persigue generalizaciones más amplias de los esquemas culturales, las dinámicas y los principios universales.
·         Relativismo.
El principio de relativismo cultural se apoya en una vasta acumulación de datos conseguidos mediante la aplicación de técnicas en los estudios de campo que nos ha permitido penetrar en los sistemas de valores que sirvan de sustentáculo a sociedades de costumbres diversas. Este principio brevemente expuesto es como sigue: los juicios están basados en la experiencia, y la experiencia es interpretada por cada individuo a base de su propia endoculturación. ¿Existen normas morales absolutas, o los criterios morales no hacen sino encauzar la conducta en la medida que están de acuerdo con las orientaciones de un pueblo dado en un periodo dado de su historia?
Cassirer, en el pasaje que hemos citado, sostiene que la realidad solamente puede ser experimentada por medio de simbolismo del lenguaje. Entonces, la realidad ¿No resulta definida y redefinida por los simbolismos siempre variantes de los innumerables lenguajes de la humanidad?
Una posición una posición cultural relativista, una de las más profundas aunque menos exploradas contribuciones de la antropología a la cuestión del lugar del hombre en el mundo.
Al considerar el relativismo cultural es esencial que diferenciemos los absolutos de los universales. Los absolutos están fijos, y por lo que a las convenciones se refiere, no se admite que tengan variación, ni que difieran de cultura a cultura, ni de época a época, los universales son los mínimos denominadores comunes que se pueden sacar; inductivamente, de la comprensión del ámbito de variación que manifiestan todos los fenómenos del mundo.
·         Etnocentrismo.
Es la creencia de que nuestras propias pautas de conducta son siempre naturales, buenas, hermosas, importantes y que los extraños, por el hecho de actuar de manera diferente, viven según patrones salvajes, inhumanos, repugnantes o irracionales.
  Glosario de términos.
·         Bilingüismo.
Se conoce como la adquisición de una lengua además de la lengua materna y el grado de dominio de ambas lenguas. Según los estudios socio-lingüísticos se clasifico en dos categorías:
El bilingüismo se clasifica en dos categorías:
El bilingüismo pasivo: es comprender la lengua pero no hablar ni escribir.
El bilingüismo activo: es expresarse y comprender ambas lenguas, realiza todas las operaciones (comprende o interpreta). Habla, escucha, escribe y lee.
·         Clan.
El clan, su significado es familia, tomando este como un grupo proveniente de un mismo tronco.
·         Casta.
Cada una de las clases hereditarias que forman la división jerárquica de una determinada sociedad. Así como la etnia wayuu se identificaron con un animal y han explicado su existencia a través de estos. En sus mitos y leyendas están presentes los animales de sus esquemas mentales y cuando en sus manifestaciones culturales han de imitar algo, comienzan con el animal que les sirve de identificación.
·         Cultura.
Conjunto de estructuras sociales, religiosas; donde la convivencia por la vida se originan las costumbres, usos y manifestaciones que se vinculan entre si, dando origen a un definido que hacer cultural.
·         Etnia.
Agrupación natural de individuos de la misma cultura en que el quehacer cotidiano el hombre va creando una serie de elementos, a veces en forma de reto, en otros hacen de repuestas, pero al fin son factores de un hacer frente a un medio natural y social.
·         Educación intercultural.
Es cuando el estado presta atención especial a los indígenas y preservando los valores autóctonos socio-culturales de sus comunidades, con el fin de vincularlas a la vida nacional, así como habitarlos para el cumplimiento de sus deberes ciudadanos sin discriminación alguna.
·         Educación propia o etno educación.
Es cuando en los planteles educativos ubicados en zonas indígenas, se aplican al régimen de educación intercultural bilingüe en el diseño curricular de dicho régimen se incluyen los conocimientos, valores, artes, juegos y deportes tradicionales y fundamentos de los respectivos grupos étnicos indígenas, así como la historia y la literatura oral de las mismas y su interrelación con la cultura y la vida nacional.
·         Leguaje.
Es cuando el hablante o el individuo se considera usuario de la lengua en que nació y comparte su propio conjunto de normas (sociales y lingüísticas) para la interpretación de la lengua y la interacción dentro de su comunidad lingüística.
·         Parentesco matrimonial.
Organización social que posee el privilegio de representación de nexos consanguíneos maternos, su papel es de vital importancia porque abarca a todos los miembros o parientes maternos. En el caso de la etnia wayuu, a nuestro entender se produce una identidad familiar con un amplio tejido de relaciones que representan a la madre como punto de descendencia.
·         Raza.
Ideología o término que concibió el racismo, basado en la categoría de los grupos de individuos cuyos caracteres biológicos son constantes y se perpetúan por herencia. Una concepción discutida y abolida de las investigaciones del campo de la etnología.

contextos historicos precursores

Contexto histórico precursores
El parentesco apareció como uno de los primeros temas de la antropología evolucionista de la segunda mitad del siglo XIX. En un tiempo en que la antropología aparecía más como un entretenimiento, asociado al coleccionismo de antigüedades y objetos de culturas exóticas, es sintomático que casi todos los primeros interesados en el estudio sistemático de las culturas de los pueblos considerados en ese tiempo como salvajes[1] hayan sido abogados de profesión, y que una de sus principales materias de estudio la constituyera precisamente el parentesco. El interés de personajes como J. F. McLennan o Johann Jakob Bachofen en el parentesco de sociedades antiguas —principalmente la romana y la griega— radicaba en sus intenciones de encontrar los orígenes de las reglas europeas de parentesco que determinaban, entre otros asuntos, el derecho a la herencia o a la sucesión.
Precisamente es la obra de estos dos autores la que marca el inicio de los estudios de parentesco. En su libro Mutterecht (El derecho materno), Bachofen —de nacionalidad suiza— expone su hipótesis sobre el matriarcado como la forma original de la organización en las sociedades primitivas. La base de su argumentación la constituía el conjunto de mitos antiguos en los que las mujeres aparecían como las figuras de autoridad —ejemplo de ello era el mito de las amazonas—. De acuerdo con Bachofen, el parentesco en las sociedades primitivas se fijaba a través de la madre, ya que la promiscuidad sexual de los seres humanos en estado salvaje habría impedido que los hombres reconocieran a sus propios hijos. Como corolario de lo anterior, las mujeres poseían también el monopolio del poder político, lo que dio lugar a una ginecocracia o gobierno de las mujeres.[2] Hay que aclarar que la existencia del matriarcado no fue probada nunca, y que su empleo en el habla cotidiana para referirse a contextos sociales donde hay predominio femenino es erróneo desde el punto de vista de la antropología.[3] La existencia del matriarcado fue puesta en duda por autores contemporáneos de Bachofen, como Maine, para quien el matriarcado era sólo resultado de un error interpretativo de los mitos.
Por su parte, el británico John Ferguson McLennan, desconociendo la obra de Bachofen que sirvió de punto de partida para numerosas investigaciones etnológicas sobre el parentesco, publicó cinco años más tarde su propia propuesta, que en algunos puntos parecía coincidir con la de Bachofen. En El matrimonio primitivo, McLennan argumentaba que las formas anteriores de organización parental podían ser descubiertas mediante la observación de ciertos ritos de los pueblos primitivos, entre ellos, el rapto de la novia. La existencia de esta práctica en varios pueblos era explicada por McLennan como una supervivencia[4] de tiempos remotos en los que el infanticidio femenino era una práctica generalizada, lo que redundaba en un número reducido de mujeres disponibles para los hombres maduros. Esto habría generado la aparición de la poliandria[5] como la primera forma de organizar las relaciones de parentesco entre los seres humanos.[
Un parteaguas en la historia de los estudios de parentesco en la antropología lo constituyó la obra del estadounidense Lewis H. Morgan. Al igual que Bachofen, Maine y McLennan, Morgan también era abogado. Desde joven se interesó por los iroqueses y su cultura, al grado que participó en una sociedad que emulaba la organización social de ese pueblo de los Grandes Lagos y una de sus obras más conocidas trata de la organización política de las tribus pertenecientes a ese pueblo.[7] Precisamente su contacto con los indígenas de Estados Unidos le hizo notar algunas peculiaridades lingüísticas de los iroqueses en lo que toca a los términos de parentesco: había categorías que los occidentales como él distinguían que no podían ser traducidas de los idiomas indígenas. Posteriormente, tras uno de los primeros intentos de etnografía en campo que se hayan realizado en la historia de la antropología, Morgan recabó información sobre numerosos sistemas de nomenclatura del parentesco alrededor del mundo, que finalmente le condujeron a plantear una hipótesis explicativa de la diversidad lingüística en el paradigma de las relaciones parentales.
La obra clave de Morgan en el campo del parentesco es Systems of Consanguinity and Affinity of the Human Family (Sistemas de consanguinidad y afinidad de la familia humana, publicado en 1871), en el que expone sus principales aportaciones al campo de los estudios de parentesco, que constituyen la piedra base del desarrollo posterior, a pesar de los errores interpretativos que han sido señalados por varios críticos de su obra.[8] En Sistemas de consanguinidad, Morgan da cuenta de los seis principales tipos de nomenclatura del parentesco, a los que él define como descriptivos —las familias ariana, semítica y urálica— y clasificatorios —los tipos malayo, turanio y ganowaniano—.[9]
Para Morgan, los sistemas que llamó descriptivos correspondían a sociedades desarrolladas, en tanto que los clasificatorios correspondían a las sociedades primitivas o bárbaras. De esta manera, un sistema de parentesco como el malayo (correspondiente en la actualidad al sistema hawaiano) estaría relacionado con la familia consanguínea;[10] los sistemas iroqués turanio y ganowaniano están relacionados en la hipótesis de Morgan con la llamada familia punalúa, característica del período inferior de barbarie, donde un hombre estaría casado con varias mujeres que no pertenecían a su grupo, y viceversa; otro ejemplo es el que correponde a la relación a entre la familia monogámica y el sistema esquimal de parentesco, que Morgan vinculó al surgimiento de las sociedades patriarcales en la civilización antigua.[11] Aunque los sistemas definidos por Morgan continúan en vigencia en la antropología del parentesco con nombres distintos, tanto la idea de que existen sistemas clasificatorios y descriptivos como la asociación de estos tipos con ciertos estadios del desarrollo humano han sido desechados.
La influencia de Morgan no alcanzó sólo a los antropólogos. Federico Engels realizó una interpretación de la propuesta de Morgan en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado; y el marxismo mismo refleja la tendencia materialista de su trabajo. En Ancient Society (La sociedad antigua), Morgan propone una hipótesis sobre la evolución de los modos de organización social que se asocia a la evolución de las tecnologías y modos de subsistencia, similar a la que es común en la teoría marxista.
Los trabajos de Morgan fueron una base importante para el desarrollo de la teoría antropológica del parentesco durante la primera mitad del siglo XX. En buena medida, los problemas que interesaban a los investigadores eran las implicaciones jurídicas y políticas de las redes de parentesco en sociedades no occidentales. Sin embargo, los puntos centrales de la teoría de Morgan —y con ella, la del resto de los antropólogos evolucionistas— fueron puestos en tela de juicio con el desarrollo de los paradigmas relativistas y funcionalistas en Europa y Estados Unidos durante las primeras décadas del siglo XX. De esta suerte, Franz Boas descalificó el método de investigación de Morgan y su tendencia a buscar leyes universales. Para Boas, el conocimiento etnográfico sobre otros pueblos no era suficiente como para aventurarse a la formulación de leyes unificadoras en las que la diversidad cultural no tenía cabida; además, Boas desarmó la asociación entre los períodos étnicos de Morgan y la tecnología y los tipos de organización social (incluidos los tipos de familia), señalando que todos los elementos que componen una cultura deben ser entendidos en su contexto cultural y no como parte de una cadena unívoca de sucesiones de estadios evolutivos de la humanidad (Boas, 1964: capítulo 4).

Por otra parte, en Europa, las tendencias principales de la sociología y la antropología social intentaban explicar las instituciones sociales por medio de su función social. Un ejemplo clásico del tratamiento del parentesco desde una mirada funcionalista lo constituyó el trabajo de Émile Durkheim. En El suicidio (1997: libro segundo, cap. III), Durkheim señala que una de las funciones de la familia es proporcionar un ambiente de primera socialización de las personas. Para Durkheim, los lazos de parentesco se modificaban de acuerdo con otras condiciones de la vida, y atribuía al debilitamiento de la función de la familia el aumento de las tasas de suicidios en sociedades industrializadas. Además, Durkheim sentó las bases de la posterior teoría estructuralista de Claude Lévi-Strauss sobre la prohibición del incesto. Para Durkheim, esta prohibición es una consecuencia de la aplicación de las leyes exogámicas que obligan a las personas de un clan a casarse con miembros de otros clanes; amén de la identificación entre el clan y el tótem, cuyas relaciones se reflejarían en la prohibición del incesto en los sistemas de parentesco de los aborígenes australianos.[12]
Años más tarde, Bronislaw Malinowski realizaría sus propias investigaciones etnográficas sobre el parentesco entre los habitantes de las islas Trobriand, al oriente de Nueva Guinea. Malinowski pretendía encontrar que el modelo universal de familia era el de la familia nuclear, aunque este tipo de organización no apareciera claramente en varios pueblos. De esta manera, según Lévi-Strauss, lo que Malinowski —y otros antropólogos sociales británicos que lo sucedieron— hizo fue desechar la importancia de la indagación en los sistemas terminológicos de parentesco, que habían sido de vital importancia en las indagaciones de los antropólogos evolucionistas como Morgan (Lévi-Strauss, 1981). Para los antropólogos británicos de la primera mitad del siglo XX, el interés de los estudios de parentesco radicaba en la función de estos en el sistema social de las sociedades, de modo que otras implicaciones de esta esfera de la sociedad, especialmente las relacionadas con la dimensión simbólica de los términos con los que las personas se refieren a sus parientes en diversos pueblos,

ciencia antropologica

Ciencia antropológica
La Antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, 'hombre (humano)', y λόγος, logos, 'conocimiento') es una ciencia social que estudia al ser humano de una forma integral. Para abarcar la materia de su estudio, la Antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias naturales y las ciencias sociales. La aspiración de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, pero siempre como parte de una sociedad. De esta manera, intenta abarcar tanto la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido, las estructuras sociales de la actualidad y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
Las facetas diversas del ser humano implicaron una especialización de los campos de la Antropología. Cada uno de los campos de estudio del ser humano implicó el desarrollo de disciplinas que actualmente son consideradas como ciencias independientes, aunque mantienen constante diálogo entre ellas. Se trata de la Antropología física, la Arqueología, la Lingüística y la social. Con mucha frecuencia, el término Antropología sólo aplica a esta última, que a su vez se ha diversificado en numerosas ramas, dependiendo de la orientación teórica, la materia de su estudio o bien, como resultado de la interacción entre la Antropología social y otras disciplinas.
La Antropología se constituyó como disciplina independiente durante la segunda mitad del siglo XIX. Uno de los factores que favoreció su aparición fue la difusión de la teoría de la evolución, que en el campo de los estudios sobre la sociedad dio origen al evolucionismo social, entre cuyos principales autores se encuentra Herbert Spencer. Los primeros antropólogos pensaban que así como las especies evolucionaban de organismos sencillos a otros más complejos, las sociedades y las culturas de los humanos debían seguir el mismo proceso de evolución hasta producir estructuras complejas como su propia sociedad. Varios de los antropólogos pioneros eran abogados de profesión, de modo que las cuestiones jurídicas aparecieron frecuentemente como tema central de sus obras. A esta época corresponde el descubrimiento de los sistemas de parentesco por parte de Lewis Henry Morgan.
Desde el final del siglo XIX el enfoque adoptado por los primeros antropólogos fue puesto en tela de juicio por las siguientes generaciones. Después de la crítica de Franz Boas a la antropología evolucionista del siglo XIX, la mayor parte de las teorías producidas por los antropólogos de la primera generación se considera obsoleta. A partir de entonces, la Antropología vio la aparición de varias corrientes durante el siglo XIX, entre ellas la escuela culturalista de Estados Unidos al iniciar la centuria; la Etnología francesa; el funcionalismo estructural, el estructuralismo antropológico, el procesualismo o la antropología marxista.
La antropología es, sobre todo, una ciencia integradora que estudia al hombre en el marco de la sociedad y cultura a las que pertenece, y, al mismo tiempo, como producto de éstas. Se la puede definir como la ciencia que se ocupa de estudiar el origen y desarrollo de toda la gama de la variabilidad humana y los
Se atribuye al explorador François Péron haber sido quien uso por primera ocasión el término antropología.[1] Péron recogió en esa obra un conjunto de datos sobre los aborígenes de Tasmania, que fueron casi exterminados en los años que siguieron al paso de Péron por la isla. Sin embargo, Péron no fue el primero ni el más antiguo de quienes estaban interesados en la cuestión de la diversidad humana y sus manifestaciones.
Algunos autores consideran a fray Bernardino de Sahagún como uno de los antecedentes más notables de la etnografía.[2] De la misma manera que otros misioneros del siglo XVI, Sahagún estaba preocupado por las diversas maneras en que la religión de los indígenas podría confundirse con el cristianismo recién implantado. En el afán de comprender mejor a los pueblos nahuas del centro de Nueva España, Sahagún investigó de manera muy detallada la historia, las costumbres y las creencias de los nahuas antes de la llegada de los españoles. Para hacerlo tuvo que aprender náhuatl. Luego, con el apoyo de algunos de sus informantes, organizó la información obtenida en una obra pensada para un público más o menos amplio. El resultado fue el Códice Florentino, de vital importancia en el conocimiento de la civilización mesoamericana precolombina.[3]
Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon, quien escribió Histoire Naturelle (1749) donde se enlazan las ciencias naturales y la diversidad física de la especie humana (anatomía comparada) con la inquietud por comprender la diversidad de las expresiones culturales de los pueblos.[4] De manera análoga, algunos pensadores de la Ilustración como Montesquieu, Rousseau e incluso el matemático D'Alembert abordaron la materia, y propusieron algunas hipótesis sobre el origen de las relaciones sociales, las formas de gobierno y los temperamentos de las naciones.
Durante el siglo XIX, la llamada entonces Antropología general incluía un amplísimo espectro de intereses, desde la paleontología del cuaternario al folclore europeo, pasando por el estudio comparado de los pueblos aborígenes. Fue por ello una rama de la Historia Natural y del historicismo cultural alemán que se propuso el estudio científico de la historia de la diversidad humana. Tras la aparición de los modelos evolucionistas y el desarrollo del método científico en las ciencias naturales, muchos autores pensaron que los fenómenos históricos también seguirían pautas deducibles por observación. El desarrollo inicial de la antropología como disciplina más o menos autónoma del conjunto de las Ciencias Naturales coincide con el auge del pensamiento ilustrado y posteriormente del positivista que elevaba la razón como una capacidad distintiva de los seres humanos. Su desarrollo se pudo vincular muy pronto a los intereses del colonialismo europeo derivado de la Revolución industrial.
Por razones que tienen que ver con el proyecto de la New Republic norteamericana, y sobre todo con el problema de la gestión de los asuntos indios, la antropología de campo empezó a tener bases profesionales en Estados Unidos en el último tercio del s. XIX, a partir del Bureau of American Ethnology y de la Smithsonian Institution. El antropólogo alemán Franz Boas, inicialmente vinculado a este tipo de tarea, institucionalizó académica y profesionalmente la Antropología en Estados Unidos. En la Gran Bretaña victoriana, Edward Burnett Tylor y posteriormente autores como Rivers y más tarde Malinowski y Radcliffe-Brown desarrollaron un modelo profesionalizado de Antropología académica. Lo mismo sucedió en Alemania antes de 1918.
En todas las potencias coloniales de principios de siglo (salvo en España) hay esbozos de profesionalización de la Antropología que no acabaron de cuajar hasta después de la II Guerra Mundial. En todos los países occidentales se incorporó el modelo profesional de la Antropología anglosajona. Por este motivo, la mayor parte de la producción de la Antropología social o cultural antes de 1960 —lo que se conoce como modelo antropológico clásico— se basa en etnografías producidas en América, Asia, Oceanía y África, pero con un peso muy inferior de Europa. La razón es que en el continente europeo prevaleció una etnografía positivista, destinada a apuntalar un discurso sobre la identidad nacional, tanto en los países germánicos como en los escandinavos y los eslavos.
Históricamente hablando, el proyecto de Antropología general se componía de cuatro ramas: la lingüística, la arqueología, la antropología biológica y la antropología social, referida esta última como antropología cultural o etnología en algunos países. Estas últimas ponen especial énfasis en el análisis comparado de la cultura —término sobre el que no existe consenso entre las corrientes antropológicas—, que se realiza básicamente por un proceso trifásico, que comprende, en primera instancia, una investigación de gabinete; en segundo lugar, una inmersión cultural que se conoce como etnografía o trabajo de campo y, por último, el análisis de los datos obtenidos mediante el trabajo de campo.
El modelo antropológico clásico de la antropología social fue abandonado en la segunda mitad del siglo XX. Actualmente los antropólogos trabajan prácticamente todos los ámbitos de la cultura y la sociedad.
La materia de estudio de la Antropología ha sido materia de debate desde el nacimiento de la disciplina, aunque es común a todas las posturas el compartir la preocupación por producir conocimiento sobre el ser humano. La manera en que se aborda la cuestión es lo que plantea el desacuerdo, porque la materia puede abordarse desde diversos puntos de vista. Sin embargo, desde el inicio la configuración epistemológica de la Antropología consistió en la pregunta por el Otro. Esta es una cuestión central en las ciencias y disciplinas antropológicas que se va configurando desde el Renacimiento.[5]
Tras el desarrollo de diferentes tradiciones teóricas en diversos países, entró en debate cuál era el aspecto de la vida humana que correspondía estudiar a la antropología. Para esa época, los lingüistas y arqueólogos ya habían definido sus propios campos de acción. Edward B. Tylor, en las primeras líneas del capítulo primero de su obra Cultura primitiva, había propuesto que el objeto era la cultura o civilización, entendida como un «todo complejo» que incluye las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad. Esta propuesta está presente en todas las corrientes de la antropología, ya sea que se declaren a favor o en contra.
Sin embargo, a partir del debate se presenta un fenómeno de constante atomización en la disciplina, a tal grado que para muchos autores —por citar el ejemplo más conocido—, el estudio de la cultura sería el campo de la antropología cultural; el de las estructuras sociales sería facultad de la antropología social propiamente dicha. De esta suerte, Radcliffe-Brown (antropólogo social) consideraba como una disciplina diferente (y errada, por lo demás) la que realizaban Franz Boas y sus alumnos (antropólogos culturales). Según Clifford Geertz, el objeto de la antropología es el estudio de la diversidad cultural.
La antropología es una ciencia que estudia las respuestas del ser humano ante el medio, las relaciones interpersonales y el marco sociocultural en que se desenvuelven, cuyo objeto va a ser el estudio del hombre en sus múltiples relaciones; además estudia la cultura como elemento diferenciador de los demás seres humanos. Estudia al hombre en su totalidad, incluyendo los aspectos biológicos y socioculturales como parte integral de cualquier grupo o sociedad. Se convirtió en una ciencia empírica que reunió mucha información, además fue la primera ciencia que introdujo el trabajo de campo y surge de los relatos de viajeros, misioneros, etc.
La Antropología, como ciencia que pretende abarcar los fenómenos del ser humano como parte de una sociedad, se ha diversificado en sus métodos y sus teorías. La diversificación obedece al interés por rendir mejor cuenta de los procesos que enfrenta la especia en diversas dimensiones. De acuerdo con la American Anthropological Association (AAA), los cuatro campos de la Antropología son la Antropología biológica, la Antropología cultural, la Arqueología y la Antropología lingüística.[7]
La Antropología biológica o física es el campo de la Antropología que se especializa en el estudio de los seres humanos desde el punto de vista evolutivo y adaptativo. Al adoptar una postura evolucionista, los antropólogos físicos pretenden dar cuenta no sólo de los grandes cambios en los aspectos biológicos del ser humano —lo que se llama hominización—, sino en los pequeños cambios que se observan entre poblaciones humanas. La diversidad física del ser humano incluye cuestiones como la pigmentación de la piel, las formas de los cráneos, la talla promedio de un grupo, tipo de cabello y otras cuestiones numerosas. Para abordar esta diversidad, la Antropología física no sólo echa mano de estudios propiamente anatómicos, sino las interacciones entre los seres humanos y otras especies, animales y vegetales, el clima, cuestiones relativas a la salud y la interacción entre distintas sociedades.[8] El campo de la Antropología biológica también es interés de otras ciencias con las que mantiene un diálogo, por ejemplo, con la Primatología, la Demografía, la Ecología o las ciencias de la salud. Cuenta entre sus especializaciones a la Paleoantropología y la Antropología médica.
La Arqueología es una de las ciencias antropológicas con mayor difusión entre el público no especializado. Se trata del estudio científico de los vestigios del pasado humano. Podría decirse que este interés se ha encontrado en diversas épocas y lugares, aunque la Arqueología tiene un antecedente muy claro en el coleccionismo de antigüedades en las sociedades europeas.[9] Para lograr sus propósitos, los arqueólogos indagan en depósitos de estos materiales que son llamados yacimientos arqueológicos —o sitios arqueológicos, calcado del inglés archaeological site— a los que se accede normalmente por excavaciones. A pesar de los estereotipos sobre los arqueólogos —a los que se suele imaginar como una especie de Indiana Jones[10] — y los lugares comunes sobre lo que es la Arqueología, el método arqueológico no comprende únicamente las técnicas de excavación. Ante todo se trata de interpretar los hallazgos, tanto en relación con su contexto arqueológico como en relación a los conocimientos ya comprobados, la historia del yacimiento y otros elementos.
La Antropología social, cultural o Etnología estudia el comportamiento humano, la cultura, las estructuras de las relaciones sociales. En la actualidad la antropología social se ha volcado al estudio de Occidente y su cultura. Aunque para los antropólogos de los países centrales (EE.UU., Gran Bretaña, Francia, etc.) éste es un enfoque nuevo, hay que señalar que esta práctica es común en la antropología de muchos países latinoamericanos (como ejemplo, la obra de Darcy Ribeiro sobre el Brasil, la de Bonfil y Gonzalo Aguirre Beltrán sobre México, etc.). Dependiendo de si surge de la tradición anglosajona se conoce como antropología cultural y, si parte de la escuela francesa, entonces se le denomina etnología. Quizá se haya distinguido de la antropología social en tanto que su estudio es esencialmente dirigido al análisis de la otra edad en tanto que el trabajo de la antropología social resulta generalmente más inmediato. Uno de sus principales exponentes es Claude Lévi-Strauss, quien propone un análisis del comportamiento del hombre basado en un enfoque estructural en el que las reglas de comportamiento de todos los sujetos de una determinada cultura son existentes en todos los sujetos a partir de una estructura invisible que ordena a la sociedad.
La Antropología lingüística o Lingüística antropológica estudia los lenguajes humanos. Dado que el lenguaje es una amplia parte constitutiva de la cultura, los antropólogos la consideran como una disciplina separada. Los lingüistas se interesan en el desarrollo de las lenguas. Así mismo, se ocupan en las diferencias de los lenguajes vivos, cómo se vinculan o difieren, y en ciertos procesos que explican las migraciones y la difusión de la información. También se preguntan sobre las formas en que el lenguaje se opone o refleja otros aspectos de la cultura.
Dentro de las ciencias sociales, disciplinas como la lingüística y la antropología han mantenido una relación que ha tomado la forma de un complejo proceso articulatorio influido a lo largo del tiempo por las distintas condiciones históricas, sociales y teóricas imperantes. La lingüística, al igual que la etnología, la arqueología, la antropología social, la antropología física y la historia, es una de las disciplinas que conforman el campo de la antropología desde algunas perspectivas. La lingüística estudia el lenguaje para encontrar sus principales características y así poder describir, explicar o predecir los fenómenos lingüísticos. Dependiendo de sus objetivos, estudia las estructuras cognitivas de la competencia lingüística humana o la función y relación del lenguaje con factores sociales y culturales.
La relación entre la lingüística y la antropología ha respondido a distintos intereses. Durante el siglo XIX y la primera mitad del XX, la antropología y la lingüística comparativa intentaban trazar las relaciones genéticas y el desarrollo histórico de las lenguas y familias lingüísticas. Posteriormente, la relación entre las dos disciplinas tomó otra perspectiva por la propuesta desde el estructuralismo. Los modelos lingüísticos fueron adoptados como modelos del comportamiento cultural y social en un intento por interpretar y analizar los sistemas socioculturales, dentro de las corrientes de la antropología. La tendencia estructural pudo proponerse por la influencia de la lingüística, tanto en lo teórico como en lo metodológico. Sin embargo, al excluir las condiciones materiales y el desarrollo histórico, se cuestionó que la cultura y la organización social pudieran ser analizadas del mismo modo que un código lingüístico, tomando al lenguaje como el modelo básico sobre el que se estructura todo el pensamiento o clasificación.
No obstante estos puntos de vista diferentes, se puede llegar a acercamientos productivos reconociendo que la cultura y la sociedad son producto tanto de condiciones objetivas o materiales como de construcciones conceptuales o simbólicas. De esta forma, la interacción entre estas dos dimensiones nos permite abordar a los sistemas socioculturales como una realidad material a la vez que una construcción conceptual. Las lenguas implican o expresan teorías del mundo y, por tanto, son objetos ideales de estudio para los científicos sociales. El lenguaje, como herramienta conceptual, aporta el más complejo sistema de clasificación de experiencias, por lo que cada teoría, sea ésta antropológica, lingüística o la unión de ambas, contribuye a nuestra comprensión de la cultura como un fenómeno complejo, ya que «el lenguaje es lo que hace posible el universo de patrones de entendimiento y comportamiento que llamamos cultura. Es también parte de la cultura, ya que es transmitido de una generación a otra a través del aprendizaje y la imitación, al igual que otros aspectos de la cultura».
Roman Jakobson plantea que «los antropólogos nos prueban, repitiéndolo sin cesar, que lengua y cultura se implican mutuamente, que la lengua debe concebirse como parte integrante de la vida de la sociedad y que la lingüística está en estrecha conexión con la antropología cultural». Para él, la lengua, como el principal sistema semiótico, es el fundamento de la cultura: «Ahora sólo podemos decir con nuestro amigo McQuown que no se da igualdad perfecta entre los sistemas de signos, y que el sistema semiótico primordial, básico y más importante, es la lengua: la lengua es, a decir verdad, el fundamento de la cultura. Con relación a la lengua, los demás sistemas de símbolos no pasan de ser o concomitantes o derivados. La lengua es el medio principal de comunicación informativa».